Abstract
En los últimos años, diversos estudios han demostrado que el procedimiento de consecuencias diferenciales (PCD) es una herramienta que mejora tanto el aprendizaje discriminativo como la memoria a corto plazo en diferentes poblaciones. Con respecto a esta última, los estudios realizados hasta el momento se centran, principalmente, en tareas de reconocimiento de caras neutras que no presentan ningún tipo de expresión facial emocional. En el presente estudio, nuestro objetivo fue explorar en jóvenes universitarios si el PCD mejoraría la ejecución de una tarea de memoria a corto plazo de reconocimiento de caras que presentan diferentes expresiones faciales emocionales en el momento de su reconocimiento. Los participantes mostraron un mejor reconocimiento demorado de caras cuando se administraron consecuencias diferenciales tras sus respuestas correctas. Estos resultados añaden nueva información acerca del funcionamiento del procedimiento y refuerzan la idea de que el PCD puede ser una herramienta útil en contextos más aplicados.